domingo, agosto 06, 2006

Tren Hacia Atenas 04/08/06

Me gusta la sensación de estar sintiendo la bienvenida y la despedida al tiempo.
Como un río, en sus aguas cicladas 1001 veces sobre una misma cuenca, una identidad reside imperturbable.
En mis pupilas se refleja el pasar de los bosques, los pueblos, las gentes... En mi conciencia se dan la mano el Adiós y la expectativa de nuevos paisajes ( o nuevos ojos con que mirarlos).
Y mi identidad continúa imperturbable.
Eso es lo que soy, lo que somos todos, lo inmutable en lo cambiante, LA CUENCA DEL RíO.

No hay comentarios: