El cuento del atardecer
En un lugar donde las horas,
caminan lejos de si mismas,
en los sueños de su propia siesta,
instantanea y eterna,
Mar, es una mujer,
árabe y mediterranea,
que mueve sus caderas,
creando las orillas,
pegatitas a los brazos de Sol.
Este, lejos de concentrarse,
aún estira más sus caricias,
como un bostezo sin fin.
Sol es el hombre tranquilo,
con aroma a calor y lija de arena,
que se vuelve amarillo sonrisa y placer,
resistiendose a la llegada del tiempo.
Es entonces cuando parece,
que nunca llegará la hora tibia, introvertida,
cuando esconderá sus pasiones,
Bajo otro montoncito de arena.
el farero
2 comentarios:
wow. Quien inspirara semejante texto... wow.
SERA EL GIRAR DE LAS HORAS?
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