LOS JAPONESES Y LOS TRENES

En 1960, los japoneses tenían que preparar los juegos olímpicos que se iban a celebrar cuatro años después, en 1964, en su país. Los organizadores, entre todos los problemas que detectaron y que debían solventar, había uno muy grave: las sedes estaban muy separadas las unas de las otras, y el transporte de la época más rápido era un tren cuya velocidad máxima era de 90 km/h. Rápidamente reunieron a los mejores ingenieros ferroviarios para exponerles el problema, y les comunicaron que iban a necesitar un tren que alcanzara los 200km/h.

Los ingenieros eran japoneses, y ya se sabe, asintieron sin rechistar, salieron de aquella reunión y empezaron a pensar en cómo iban a alcanzar tamaño objetivo. Pensaron que si debían nada menos que duplicar la velocidad del mejor de sus trenes, no podían pensar en pequeñas mejoras, sino que debían replantearlo todo desde el principio. No valdría el hierro, sino el aluminio, no podrían utilizar viejas aerodinámicas, habría que pensar en buscar nuevas formas como la de una bala, no servirían los antiguos sistemas de frenado... Todo debía pensarse desde cero. El resultado fue el tren de alta velocidad, que sorprendió al mundo.                      

Los organizadores de los juegos podrían haber dicho que necesitaban un tren que alcanzara los 120Km/h, pero la pregunta es: ¿lo habrían conseguido entonces los ingenieros?, ¿o tal vez se hubieran confiado y nunca se hubieran atrevido a pensar a lo grande?

Y esa es la historia de los japoneses y los trenes 😁