domingo, octubre 15, 2006

Partir a la vida


Dentro de 5 minutos cambiará mi nombre y mi sombra. Ahora seré yo quien decida sobre mi existencia desnuda.

Una vieja locomotora arranca a humear en la vía muerta de Shangai, sus engranajes oxidados rechinan por toda la estación, tan vieja como la locomotora, tan vieja como yo.

Se respira la lluvia en el aire, las nubes se agrupan para presenciar la partida y yo con un pié dentro y otro fuera. Uno en una valdosa húmeda por el vapor de la máquina, ennegrecida por colillas y retales de periódico pegados; y otro pié en una moquieta granate oscuro, roída por el paso de tantos zapatos y tantas estaciones.

Como el Mar y la Tierra me encuentro entre dos horizontes, uno de recuerdos mal guardados, de sonrisas ahogadas por gritos de guerra y sangre en las ventanas, de vítores en batallas y galardones a canallas...

Y otro horizonte lejano, muy lejano, y alto, muy alto. Tan alto que ni siquiera estas nubes de oriente podrán seguir mi camino, y mi historia resbalará por mi cuerpo, se deslizará por mi contorno hasta caer, precipitarse como gotas de lluvia que el viento de tormenta llevará muy lejos, allí donde ningún hombre pueda encontrarla...

Ni siquiera yo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jejeje... tiene gracia este comentario.
Bueno solo quería decir que aquí más gente ha puesto su granito de arena.

A2 a to2 motiva2!!!!